La gigantesca
esculturaSpiral
Jettydel
artista norteamericano Robert Smithson está emplazada en el desierto
de Utah.
El material empleado para realizarla fueron unas 5.000 toneladas de bloques de
basalto negro. Fue construida en 1970, empleando potentes máquinas para el
movimiento de las piedras.
La obra inicia su
desarrollo en la orilla del Gran Lago Salado y
penetrando en él, crea una espiral en sentido contrario al de las agujas del
reloj, dejando entre las líneas de piedra un doble pasillo en la arena.
Como toda obra
perteneciente al denominado Land Art, está fuertemente sometida a los agentes climáticos,
hecho previsto por los artistas realizadores de este arte que ya desde un
principio saben que la duración de su obra será muy limitada.
Tras su
construcción la obra se fue cubriendo con el agua del lago al aumentar el nivel
de éste, quedando durante años totalmente sumergida. Con la sequía que llegó
posteriormente, al bajar el agua y quedar nuevamente al descubierto la
escultura, ésta se mostró muy cambiada ya que las sales del agua había blanqueado
la negrura del material y el cieno se había acumulado entre las grietas,
haciendo visualmente menos abrupta su superficie.
La obra pertenece
actualmente a la Fundación Dia Art que estudia con interés los cambios que el
tiempo va produciendo en ella.
Basándonos en que el punto 1 es cierto, cuando estamos frente a una
determinada situación podemos separar los elementos que la componen. Por
ejemplo si vemos una película y decimos que nos encanto, será por la actuación,
la dirección, producción,
efectos visuales y sonoros, la historia, el guión, es
decir que si nos gusta todo ello entonces podríamos decir que "yo amo a
esa película" o "me encanta esa película". Preferimos decir amor
a ideas o personas, en algunos casos "amo a mi guitarra", "amo a
mi computadora",
etc. Por lo general se dice en ideas a "amo a la ciencia",
"por amor al arte",
"por amor a la vida". Entonces el amor sucede cuando un determinado
objeto es presenciado, y proseado, por nuestra personalidad y son separadas sus
propiedades. Cada propiedad despierta
un sentimiento y la combinación de dichos sentimientos producen al amor. Se
puede decir que la combinación de las propiedades, que forman al objeto, es lo
que despierta al amor.
Ahora si el punto 1 de este análisis no es cierto de todas maneras
estaríamos llegando a que el amor es generado por un objeto que tiene
determinadas propiedades, y sus combinaciones despiertan al amor, casi la misma
definición que la anterior por mas que las concepciones sean diferentes, pero
se basan en lo mismo.
Una de las concepciones que quiero citar sobre el amor es la descubierta
por Friedrich Nietzsche. El creía que el amor se llegaba cuando se intenta abarcar
el bien con su totalidad hacia algo y no se consigue, "un desbordamiento
hacia algo ilimitado" decía el filósofo alemán. Entonces de esas
propiedades que hablamos, las del objeto que nos atrae, no podemos, por más que
hagamos el esfuerzo, tratar de abarcar nuestro bien en su totalidad. Además,
Nietzche dice que cuando amamos juntamos todas las mejores propiedades de las
cosas más maravillosas y perfectas que consideramos en el mundo, y como estas
son similares con el objeto es considerado como esa cosa maravillosa, ese algo
perfecto.
Estas afirmaciones llegan a la conclusión de que los sentimientos nos
engañan, y siempre lo han hecho y voy a demostrárselos más adelante. Y
demostrare también que gracias al razonamiento se ha llegado a los progresos
científicos y por ello también el hombre ha
progresado. Y progresaremos en una filosofía de amor real, un amor perfecto.
Capacidad que tienen las personas de formar ideas y
representaciones de la realidad en su mente, relacionando unas con otras.
Existe tal cantidad de aspectos relacionados con el pensamiento, que dar una
definición resulta difícil. De las muchas definiciones que podrían darse,
algunas de ellas lo consideran como una actividad mental no rutinaria que
requiere esfuerzo, o como lo que ocurre en la experiencia cuando un organismo
se enfrenta a un problema, lo conoce y lo resuelve. Podríamos también definirlo
como la capacidad de anticipar las consecuencias de la conducta sin realizarla.
El pensamiento implica una actividad global del sistema cognitivo
con intervención de los mecanismos de memoria, atención, procesos de
comprensión, aprendizaje, etc. Es una experiencia interna e intersubjetiva. El
pensamiento tiene una serie de características particulares, que lo diferencian
de otros procesos, como por ejemplo, que no necesita de la presencia de las
cosas para que éstas existan, pero la más importante es su función de resolver
problemas y razonar.
Funcionamiento de la mente humana
El concepto de mente ha ido cambiando considerablemente a lo largo
de la historia. El médico francés La Mettrie fue el primero que concibió la
mente como algo completamente material, el cerebro, provisto de una serie de
células (neuronas), que interconexionadas entre sí hacían funcionar a esa masa
física que es el cerebro. Esta idea dio lugar a principios del siglo XX, a los
modelos de procesamiento de la información, que pretendían establecer
paralelismos entre el cerebro y la informática.
Hasta aproximadamente 1960, muchos psicólogos sobre todo de EEUU,
consideraban el funcionamiento de la mente humana como el de una máquina.
Todas estas teorías obviamente presentan serias limitaciones y es
por ello por lo que se incluyó otro constructo, la consciencia, para poder
comprender cómo y por qué actuamos. Aunque el término conciencia es en cierto
modo confuso, existen algunos estudios científicos, concretamente sobre el
sueño, en los que se intentaba revelar los distintos estados de consciencia e
inconsciencia existentes y que tienen que ver con la mayor o menor actividad
cerebral. Colocando unos electrodos que nos permiten detectar la actividad
cerebral, en ciertas zonas del cerebro, podemos detectar las diferencias de
potencial en función del grado de activación o de consciencia. Cuando el sujeto
está totalmente despierto, el cerebro emite unas ondas determinadas y cuando
éste entra en el sueño profundo, momento en el que no se sueña y cuando cuerpo
y mente están más relajados, las ondas se hacen más grandes y lentas.
Actualmente no hay duda respecto a que todos los procesos mentales
(pensamiento, ideas imaginación, recuerdos, memoria, ilusiones o emociones en
general), son procesos cerebrales, es decir, son un producto del funcionamiento
cerebral. Es cierto sin embargo, que los mecanismos cerebrales que generan
estas actividades mentales, todavía están muy lejos de ser comprendidos por
completo.
Tipos de pensamiento
La psicología cognitiva ha basado fundamentalmente sus
investigaciones en tres aspectos:
Filosofía como significado es conjunto de razonamientos sobre la esencia, las propiedades,
las causas y los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el ser
humano y el universo.
Filosofía es una ciencia que trata de la esencia,
propiedades, causas y efectos de las cosas. Es el intento del espíritu humano
de establecer una concepción racional del universo mediante la auto reflexión
sobre sus propias funciones valorativas, teóricas y prácticas. Su propedéutica
es larga y difícil. Tradicionalmente se ha dividido en lógica; metafísica
general u ontología; metafísica especial o cosmología; epistemología o teoría
del conocimiento; psicología, teodicea y ética (esta en sus dos aspectos
teórico y práctico). Históricamente, los griegos fueron los que empezaron a
delimitar lo que sería el objeto de la filosofía. Primero Sócrates, y después
sus discípulos, Aristóteles y Platón, superaron los soportes míticos de que se
había valido el hombre para explicar el mundo y determinar que no puede haber
ciencia de lo particular sino solo de lo general. De esta forma, lo general
constituyó el objeto exclusivo de la filosofía y de la ciencia. Ambas
estuvieron estrechamente unidas hasta que la filosofía escolástica planteó el
problema de la realidad de lo general o de los universales. Fue el primer paso
para separar filosofía y ciencia y con ello una nueva forma de replantearse los
problemas filosóficos. Descartes, que aparece como creador de las ciencias
nuevas, es a la vez el punto de partida de las corrientes modernas de la
filosofía. Los sistemas aparecidos de entonces acá pueden resumirse en torno de
algunos nombres. De Descartes como iniciador del nuevo racionalismo, se derivó
el panteísmo absoluto de Spinoza. Locke, el empirista, dio paso a la filosofía
de Hume, que reapareció en el pragmatismo estadounidense representado por
Berkeley. Kant, que con su razón crítica polariza la filosofía hacia el
problema del conocimiento, es a la vez padre del idealismo que desarrollan
Fichte, Schelling y Hegel, y de la epistemología actual. Comte, que reduce la
filosofía a los límites de la ciencia positiva, negando el carácter científico
a los problemas no comprendidos en ella. Y, por último, los sistemas
variadísimos, y muy fecundos, que pretenden hallar en lo fugaz, en lo vivido,
materialmente o en lo más íntimo del espíritu, las realidades más profundas y
absolutas. Entre otros, el bergsonismo, la fenomenología de Husserl y el
existencialismo de Heidegger, junto con corrientes como el marxismo y el
estructuralismo.